miércoles, 22 de diciembre de 2010

Reflexión IV

“No tengan miedo, porque les traigo una buena noticia, que será motivo de gran alegría para todos: Hoy les ha nacido en el pueblo de David un salvador, que es el Mesías el Señor. Como señal encontraran ustedes al niño envuelto en pañales y acostado en un establo.” (Lucas 2: 10-12)

Se acerca el día de navidad. El día en que todos se vuelven un poco más humanos.

Es inevitable recordar mis navidades pasadas y en consecuencia llenarme de nostalgia, por el tiempo pasado.

Esta Navidad quise alegrarme, dejar de lado la telaraña y acercarme con humildad a la palabra de Dios, esas letras que siempre están vigentes.

El miedo; para mí particularmente, es enfrentarse a lo desconocido. Es una sensación que no se evitar aun. Lo contrario del miedo no es la valentía: es el amor.

No creo en el amor sublime, complaciente y diplomático. Creo en el amor que duele y que se entrega hasta volverse nada.

Esa es la definición del amor de Jesús, un amor que siempre está esperando; ahí, tan fiel a sí mismo como solo una madre, una verdadera madre, puede serlo. Siendo grande se hizo pequeño. Siendo todo se hizo nada. Siendo Dios se hizo hombre.

Se hizo nada. Se hizo hombre. “Y así mismo se humilló tomando forma de siervo, hasta su vida entregar y en una cruz terminar.”

Se me confunden las palabras y con ellas la intención verdadera de esta reflexión, se trata de honrar su nacimiento, no exaltar su muerte, pero para mí es inevitable ligar la una con la otra.

Sigo pues en la reflexión de mí navidad, de mi idea de lo que es amor.

Esta navidad es especial; hay gente nueva en mí vida, gente muy querida, gente que se ha ganado, y se está ganando un lugar en mí corazón de muy buena lid.

Hay muchos acontecimientos y nacimientos que celebrar, pero sobre todo el de Sofía, hermosa bebé y el de Fabrizzio, un hermoso nené. La boda de mi linda ahijada; es tan lista que se convirtió en esposa antes que yo. También hay muertes, bendita hermana Sombra que no se detiene en su poda; varios partieron al viaje sin retorno, pero de todas esas muertes hubo una que me hirió el alma: Ramona, confío en nuestro Dios y por eso se que te veré frente al mar de cristal y juntos cantaremos al Rey de Reyes.

Mis queridas amigas de Santa Cruz de Aragua, mí cariño y oración siempre con ustedes. Es ese pueblo donde están mis mejores afectos, los más fieles.

También hay nostalgia, en el Grande del Sur esta mi hermanita tan querida. Creciendo y haciéndose mejor persona a diario. Mi corazón se alegra en su sueño y mí oración le acompaña en su búsqueda. Ella es así; exitosa y brillante como la estela de la mejor estrella.

Mis sobrinos y sobrinas; cada año más hermosos y creciendo en su realidad. A falta de hijos, Dios me dio sobrinos y sobrinas. Mi amor con ustedes; hasta siempre. Hasta que la muerte nos separe.

Gracias al Facebook amigas de la Universidad, esa casa donde me hice profesional, llegaron de nuevo a mi vida; nos reconocimos como lo que somos: una familia.

Este es un desvarío de letras que intenta acercarse al amor ideal. El amor que duele, ese amor que da luz a un bebe, ese amor que despide a una madre o a un padre frente a la incólume realidad de la muerte, ese es el amor al que intenta acercarse esta reflexión: un amor sin reservas, doloroso y sangrante.

Mención aparte merecen las locas y sus respectivos locos; un grupo bien bonito. Una hermosa unión de gente que está aprendiendo a hermanarse. Qué bueno tenerlas y tenerlos.

Creo que no hay manera de llegar a la definición perfecta del amor, o por lo menos al amor terrenal, mí mirada no baja se mantiene en alto.

No pretendo un comentario rosa, pero si estas etiquetado/a en esta Nota es porque me importas, y viniendo de mí eso es bastante. Hay varios que no estarán etiquetados y eso a razón de que no pierden tiempo en un “me gusta” y menos en la lectura silenciosa de un texto “anónimo” entonces yo no perderé espacio en una etiqueta, aunque eso no significa que ellos o ellas no me importen, es cuestión de economía y respeto por el muro ajeno.

Te deseo una feliz navidad y que el Santo Niño Dios te llame a su lado para que experimentes entonces el verdadero amor: UN AMOR SIN RESERVA.

Tu amigo;

Tu hermano;

Tu tío;

Tu colega

Tú… lo que quieras:

Reynaldo